6 jul 2011

La Bruja


Y dio otro bocado ante la atónita bruja. Y tras ese otro más... Y nada pasó, excepto que Blancanieves acabó comiéndose la manzana.
-¿Esperabas que me desmayara? –se chupó un dedo- ¿Que cayera muerta? –Otro dedo- El corazón del ciervo ¿no sirvió como advertencia?

Una tonadilla sonaba lejana. Diminutas siluetas se aproximaban alegremente, portando afilados picos. La anciana volvió nuevamente el rostro hacia Blancanieves, rivalizando ahora en palidez. La joven chasqueó los dedos y, mientras los animalillos recogían obedientes, susurró:
-¿De bruja a bruja? ¿Un consejo? Huye. Soy más joven y bella. Debiste escuchar al espejo.

Y Blancanieves, fingiendo, se desplomó ante ella.


2 comentarios:

eva dijo...

no sabía que te habías abierto otro blog!
me ha gustado mucho, Blancanieves revisited ;)

Jorge Daniel Romero Castillo dijo...

^__^

Me alegro de que te gustara, Eva.

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