12 jul 2011

Bábushka



La mujer que había dentro de mí era ligeramente más bajita. También disfrutaba de un rico mundo interior, sólo que claramente más pequeño que el mío.

Es difícil precisar cuándo vi la luz. La autoconsciencia es un paso inmenso, especialmente cuando pasas de mujer rural en un entorno oscuro y claustrofóbico, a sentir que repentinamente el vasto mundo se abre ante ti. Una interesante sensación que apenas pude disfrutar, siendo abierta en dos a los pocos segundos.

A media altura contemplé aterrada a aquella mujer de mi interior, y a la enorme media mujer que reposaba a mi lado.
Todas pertenecíamos al mismo cruel juego sin sentido.


0 comentarios:

Publicar un comentario